domingo, 3 de octubre de 2010

¿Clases o Empanada a la Boloñesa? Magistrales vs Hippies

El profesor nos ha facilitado dos textos: "clases a la boloñesa" de José Lázaro y "empanada boloñesa" de Juan B. Culla y Clarà. Ambos tratan el asunto de la reforma de bolonia desde dos perspectivas enfrentadas; el primero está a favor de bolonia y el segundo está en contra.

Después de leer ambos artículos y reflexionar, mi opinión es que ambos dos tienen algo de razón. Actualmente creo que se dan pocos casos de  clases magistrales como las de antes (salvo alguna excepción) tal y como se explican en el primer texto, el profesor utiliza el monólogo para dar la clase, pero no es un monólogo cerrado, en cualquier momento los alumnos pueden intervenir y también el profesor suele lanzarles preguntas para incitarlos a que lo hagan.

El proceso bolonia me parece un engañabobos, es como los anteriores cambios en la ley de educación que le preceden. Cada 3-4 años el gobierno cambia la ley de educación, nunca se sabe bien que se cambia, LOE, LOGSE son algunos de los famosos nombres, pero siendo sincero, me parecen el mismo edificio solo que con la fachada de distinto color. Para más inri, además de ser la misma canción de siempre pero con otro nombre, apenas duran eso, 3-4 años, tiempo el cual es insuficiente para comprobar si son efectivos los cambios o no, lo único para lo que sirven es para perjudicar a los alumnos, cambiándoles el plan de estudios continuamente y no dejándolos aprender. Pues bien bolonia me parece que es lo mismo, solo que a nivel europeo, las clases de siempre van a continuar, no existirá un cambio en el profesorado, solo cambiará de color la fachada. 

Un buen profesor es aquel que despierta nuestro interés por su asignatura, aquel que provoca que nos queramos esforzar por aprender lo que enseña, y para esto cualquier método de enseñanza que utilice es válido, tanto si son clases magistrales como si no.
Bajo mi punto de vista, un buen profesor sería algo neutro entre los dos artículos, sería aquel que proporcionase un texto a los alumnos, no demasiado largo ni complicado pero si interesante, para que estos lo leyesen y comprendiesen. Luego en clase el profesor desarrollaría el tema sobre el que trata el texto, contando siempre con las opiniones de los alumnos, de este modo creo que las clases serían más interesantes y productivas.

Así pues yo creo que el problema realmente no está en el sistema de enseñanza, que ojo, no digo que sea perfecto ni mucho menos, es más, diría que necesita bastantes reformas que lo mejorasen, pero reformas serias no engañifas como la de bolonia... el problema radica principalmente en los profesores. No todos lógicamente pero, muchos de ellos, los que duermen hasta las ovejas como dice el texto deberían cambiar de profesión, su tarea es conseguir que el alumno aprenda y consiguen todo lo contrario, que el alumno desee olvidar la asignatura lo antes posible.
Con esto no quiero criticar solamente a los "profesores magistrales", también pienso que los que son todo lo contrario se están equivocando. A partir de ahora me referiré a ellos como los "profesores hippies", estos individuos como he dicho son todo lo contrario a los magistrales, ellos nunca darán una clase, se limitan a escuchar como discuten sus alumnos, sin darles indicaciones si se desvían del propósito, muchos dan la sensación de que no se preparan las clases y de que se inventan las cosas al vuelo. Como se suele decir por ahí: "los extremos nunca son buenos" y parece ser que en este caso se cumple, yo no quiero ni profesores magistrales ni hippies, quiero una cosa intermedia y seria, alguien que sepa lo que hace y que tenga claros sus objetivos.

En conclusión, se necesitan profesores que cuando haya que debatir y dialogar sepan hacerlo, que cuando toque dar una gran explicación (o "clase magistral") sepan hacerlo, que sepan motivar y sobre todo que enseñen, que para eso eligieron esta profesión, para facilitar conocimientos a sus alumnos que les sirvan en la vida para ser mejores personas.

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